Estimados compañeros,as. Boticarios todos.
Y digo boticarios por ser una palabra que pese a haber caído en el olvido, yo la reivindico; la encuentro más cercana a los que ejercemos en oficina de farmacia.
Muchas gracias por esta mención especial, la cual me enorgullece por haber sido nieto, hijo, marido y ser padre en esta más que honrosa profesión de farmacéuticos, cuatro generaciones seguidas… de momento.
Sería ingrato por mi parte no mencionar el origen, la esencia de nuestra profesión : la formulación magistral, medicamento individualizado que decimos ahora. Y mencionar a la AEFF (Asociación española de farmacéuticos formulistas) de la cual soy asociado y vocal.
He de reconocer que a lo largo de mis treinta y cinco años de ejercicio en las muchas facetas que tiene la farmacia la que más satisfacción me proporciona es, ya os lo suponéis, la de la formulación magistral pues el agradecimiento de los pacientes que vienen a decirte que gracias a la fórmula que les has preparado han mejorado o superado su enfermedad es algo emocionante.
Y para terminar, pues más de cien años dan para mucho, unas palabras de mi hija, que no ha podido asistir por estar en la farmacia : muchas gracias por esta mención especial. Me siento orgullosa y dichosa de ser la cuarta generación de boticarios de esta farmacia centenaria. Muchas gracias a mi bisabuelo y abuelo por iniciar el camino y sobre todo a mi madre por haberme enseñado su tesón, a ser generosa y trabajar duro; y a mi padre por transmitirme diariamente su experiencia, conocimientos y su forma de vivir la profesión.
Gracias.